Cómo sobrevivir los primeros 90 días en un empleo
Fecha Saturday, 04 August a las 00:00:00
Tema Noticias Varias


Los primeros tres meses son cruciales. Al ingresar a un nuevo trabajo es común experimentar confusión y estrés. Consejos para hacerles frente.


Mamá y papá tenían razón. Si quiere dejar una buena impresión y salir adelante en la vida, vístase bien, sea servicial, tenga una actitud positiva y preste atención.


Comenzar un trabajo nuevo puede ser una experiencia confusa y estresante. No solamente debe aprender nuevas tareas, sino que además debe adaptarse a una atmósfera profesional en donde su  comportamiento será escrutado con la misma intensidad que el  trabajo que produce.


“La forma en la que labore durante los primeros 60 a 90 días a menudo determinará la manera en la que la gente lo percibirá”, asegura Dave Gordon, director de pasantías del Columbia College en Chicago.

Y eso, agrega, es probable que afecte el trabajo que le encarguen y la posibilidad de un ascenso.


Usted tiene mucho que ofrecer, asegura Sharon S. Naquin,  profesora y directora de la división de desarrollo de fuerza laboral de la Universidad Estatal de Louisiana en Baton Rouge. “Los nuevos empleados tienen un espíritu muy colaborador y orientado a los logros”.



Y en el caso de los jóvenes, “pueden servir como un puente entre generaciones”, dice. Los veinteañeros tienen gran demanda, especialmente dado el envejecimiento actual de la fuerza laboral.


Pero antes que rediseñe el sitio Web de su compañía y espere que su empleador lo bañe de elogios, reconozca que algunas cosas, al menos al principio, superarán sus capacidades, de acuerdo con consultores de carrera y asesores.


He aquí algunos consejos para hacer que un nuevo trabajo funcione para usted. Encuentre un mentor. Identifique a una persona que haga el tipo de trabajo que usted quisiera realizar. “Todos quieren darle sus conocimientos a alguien”, asegura Penélope Trunk, autora de Brazen Careerist (algo así como Profesional ambicioso). Asegúrese de que está dispuesto a “implementar los consejos que su mentor le ofrezca”.


Para sacarle el máximo a su relación, dice, asegúrese de hacer preguntas puntuales. Aprenderá más de sus conversaciones y “hará que la persona que responda (a sus preguntas) se sienta que ha contribuido”.

“Ingrese en el radar de las personas”, es el consejo de Ryan Healy, el cofundador de employeeevolution.com, un blog especializado en carreras para veinteañeros.

Healy sugiere unirse a clubes sociales relacionados con el trabajo o participar en actividades fuera de la  oficina. En su empleo regular, Healy organizó un partido de baloncesto. “Pude interactuar con personas en cargos más altos” y ser más visible al interior de la compañía, dice. Puede conseguir el mismo efecto al ofrecerse como voluntario para tareas y proyectos que vayan más allá de sus responsabilidades diarias. Impresionará a su jefe con su iniciativa e imaginación y posiblemente ganará nuevas habilidades en el proceso, dice Healy.


Promocione sus conocimientos técnicos. Usualmente, los trabajadores jóvenes tienen habilidades de computación superiores a las de sus colegas mayores.  Úselas, hágase valioso para la empresa. Naquin, de la universidad  de Louisiana, recientemente contrató a algunos estudiantes de secundaria para que la ayudaran a diseñar e instalar sistemas de almacenamiento electrónico en la institución.


“Este grupo no tiene ningún tipo de reparo o temor para trabajar con las computadoras”, dice. Ajuste su lenguaje. “Muy a menudo, los recién llegados no reconocen la diferencia entre el lenguaje de negocios y la forma en la que hablan con sus amigos”, dice Gordon. “Siempre actúe de una manera ‘corporativa’”.  Además, asegúrese de que sus emails y otra correspondencia, especialmente aquella dirigida a su jefe, esté libre de errores de ortografía y abreviaciones.


Guárdese sus opiniones. Cuando se es joven y no ha probado su valor, es mejor ofrecer hechos y cifras para reforzar sus argumentos. Sus colegas estarán más dispuestos a oír sus ideas si “las respalda con investigaciones, en vez de con sus instintos”,  opina Gordon.


Cuando Patricia Duckworth, de 26 años, una coordinadora de entrenamiento de una firma de consultoría en Virginia, creía que la firma necesitaba revisar su programa, su jefe rechazó la idea. Pero cuando regresó con un plan de acción sustentado, su jefe cambió  de parecer. “Estoy segura de que le ahorré dinero a la empresa”, dice.

Tomado de: Portafolio.com.co






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