Un
grupo de ingenieros de la Universidad Estatal de Ohio ha descubierto la
manera de duplicar la producción del biocombustible butanol, que podría
reemplazar la gasolina en los automóviles algún día.
El proceso supera al método convencional de elaboración del butanol en
un tanque de fermentación bacteriana.
Normalmente, las bacterias sólo podrían producir cierta cantidad de
butanol, quizá 15 gramos del compuesto químico por cada litro de agua en
el tanque, antes de que el tanque se convierta en un sitio tóxico en el
que las bacterias no pueden sobrevivir.
Shang-Tian Yang, profesor de ingeniería química y biomolecular de la
Universidad Estatal de Ohio, y sus colegas, han desarrollado una cepa
mutante de la bacteria Clostridium beijerinckii en un biorreactor que
contiene manojos de fibras de poliéster. En ese entorno, durante los
experimentos la bacteria mutante produjo hasta 30 gramos de butanol por
litro.
Actualmente, el butanol se usa principalmente como un disolvente, o en
procesos industriales para obtener otros compuestos químicos. Sin
embargo, los expertos creen que este producto cuenta con el potencial
necesario para convertirse en un biocombustible.
Una vez desarrollado como combustible, el butanol podría utilizarse en
los automóviles convencionales como un sustituto de la gasolina, y
además producir más energía que otro combustible alternativo, el etanol.
Este nuevo sistema de producción de butanol podría acabar ahorrando
dinero.
Actualmente, la recolección y purificación del butanol equivale
aproximadamente a un 40 por ciento del costo total de producción. Como
con el nuevo método es posible crear butanol con mayor concentración,
los inventores del sistema creen que éste puede disminuir esos costos de
recolección y purificación, y hacer que la producción de este
biocombustible sea más económica.
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