Si estamos intentando mitigar el calentamiento
global, simplemente no tiene sentido convertir tierras con cobertura
natural a la producción de biocombustibles".
De acuerdo con la investigación, la conversión para plantaciones de
palma de aceite en Indonesia resultaron en una pérdida más grande de
carbono o 'deuda', seguida por la producción de soya en el Amazonas.
"Todos
los biocombustibles que usamos ahora causan destrucción de hábitats,
bien sea directa o indirectamente", agregó Fargione.
"La
agricultura global está produciendo comida para seis billones de
personas. Producir biocombustibles también requerirá aún más tierra que
será convertida para la agricultura".
Estos hallazgos
coinciden con observaciones sobre cómo el incremento de cultivos de
maíz para producir etanol en Estados Unidos probablemente contribuya a
la conversión del Amazonas brasileño y la sabana de El Cerrado.
Los
científicos explicaron que los cultivadores de Estados Unidos
tradicionalmente rotaban los cultivos de maíz con soya, pero ahora
plantan maíz todos lo años con el fin de suplir la demanda de etanol.
En
su lugar, los agricultores brasileños producen la mayoría de soya
consumida en el mundo, incluyendo la que consume Estados Unidos,
deforestando el Amazonas para hacerlo.
"Necesitaremos
implementar muchas visiones simultáneamente para resolver el dilema del
cambio climático: no hay una panacea, pero hay muchas alternativas"
afirmó Fargione.
Agregó que algunos biocombustibles pueden ser
parte de la solución, pero únicamente si son producidos sin requerir
tierra adicional, sin convertir bosques naturales para la agricultura.
Los
resultados de este estudio son en especial relevantes para el área de
la Orinoquia colombiana y otros lugares que todavía mantienen
importantes coberturas naturales y que en la actualidad sufren la
presión de ser convertidas a cultivos para suplir la demanda de
biocombustibles.
Por su parte, Jimmie Powel, quien lidera el
equipo de energía de The Nature Conservancy, precisó que en la búsqueda
de soluciones al cambio climático hay que estar seguros de que la cura
no sea más cara que la enfermedad. "No podemos permitirnos ignorar las
consecuencias de la conversión de tierras para biocombustibles. Hacerlo
significa que podríamos promover sin intención alternativas peores que
los combustibles fósiles".